“Un
cuento sin fin”
GENERO: Títeres y Actores ESPACIO:
Sala ó Calle DURACIÓN:
55 minutos |
Esta es
una historia de amor que bien podría parecerse a cualquiera de las
historias de “Las mil y una noches”. Una bella
joven, Salma, es obligada a casarse con un rico y anciano mercader. Para
postergar el día de su boda decide contar un cuento a su futuro esposo,
un cuento que dure toda esa noche y todas las noches siguientes. Y el
cuento elegido fue “El sultán y los ratones”, un cuento cíclico
donde el final se funde nuevamente con el principio. Dentro de
una estética marcadamente oriental, las figuras protagonistas de este
cuento reflejan arquetipos de siempre: los jóvenes amantes separados
por rígidas normas sociales y el ambicioso rico
que sólo busca su gratificación personal. Nuestra
protagonista aparece en un principio como una mujer recluida en una cárcel
social de hipocresía y silencio, sin derecho alguno a decidir sobre su
destino. Es obligada a casarse con un hombre que no ama y que no la ama.
Sin
embargo, y gracias a su inteligencia, nuestra protagonista encuentra la
forma de burlar su suerte. Narraría un cuento a su futuro esposo y
cuando el cuento concluyese se celebraría la boda. Lo que su futuro
esposo no sabía es que el cuento elegido por Salma era un cuento sin
fin que podría durar toda una vida. Ni que decir tiene que el viejo
mercader envejeció aún más y terminó por aburrirse. Salma quedó así
libre para vivir libremente su amor. Con esta
historia queremos hacer un homenaje a todas aquellas mujeres que, como
Salma, decidieron liberarse de las cadenas morales, sociales y
religiosas que regían su vida. Esta historia es un canto a la mujer y a
su fuerza. Es un canto de amor. Aunque
parezca en un principio una temática demasiado densa para un público
infantil y familiar, la hemos abordado de una forma sencilla y
divertida, con momentos de dulzura, momentos de tensión y muchos
momentos de sonrisa. Recuperamos
la figura del contador de historias,
imprescindible en este tipo de cuentos de tradición oral. Será
él quien introduzca al espectador en ese maravilloso mundo de fantasía
de los cuentos orientales, donde todo puede ocurrir. En la
primera parte del espectáculo trabajamos con muñecos de tamaño real.
Es quizás el momento más íntimo, donde se ponen de manifiesto
sentimientos tan universales como el amor y la desesperanza, y
valores tan humanos como la confianza, el optimismo y la búsqueda de la
libertad personal. El cuento
“El sultán y los ratones” es escenificado en un retablillo de títeres
de varilla. Un sinfín de personajes humanos y animales se suceden en
esta dinámica historia donde el espectador puede apreciar el trabajo
interpretativo del titiritero.
|